Oración: Cambiando el Mundo a Través de la Oración
Creemos en el poder de la oración para transformar vidas
comunidades, y naciones. Nuestro ministerio de oración e intercesión está dedicado a buscar el rostro de Dios con pasión y fervor, confiando en que la oración tiene el poder de cambiar lo imposible. Siguiendo los cinco pilares del crecimiento cristiano – Estudio bíblico, oración, obediencia, compañerismo y testimonio – nos comprometemos a ser una iglesia que ora sin cesar, conforme a la voluntad del Padre.
“La oración eficaz del justo puede mucho” – Santiago 5:16
Nos unimos en oración como una comunidad de creyentes que entiende que la comunicación con Dios es vital para nuestra vida espiritual. La oración no solo fortalece nuestra relación con Dios, sino que también nos permite interceder por nuestras familias, nuestra iglesia, nuestra ciudad y las naciones.
Oración que cambia el mundo
Creemos en la promesa de 2 Crónicas 7:14: “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Oración como estilo de vida
La oración no es solo un acto, es un estilo de vida. Invitamos a cada creyente a desarrollar una vida de oración constante y persistente, como lo enseñó Jesús en Lucas 18:1: “Es necesario orar siempre, y no desmayar.”
Intercesión: Un Acto de Amor y Obediencia
La intercesión es un acto de obediencia y amor por los demás . Así como Jesús intercede por nosotros (Hebreos 7:25), estamos llamados a interceder por aquellos que aún no conocen a Cristo, por nuestras familias y por el mundo que necesita de Su gracia.
Interceder por las naciones
Nuestro ministerio de oración se enfoca en orar por las naciones, confiando en que Dios está moviendo corazones y cambiando circunstancias en todo el mundo.
Un corazón dispuesto
Creemos que la oración no solo es una responsabilidad, sino un privilegio. A través de la intercesión, nos unimos al corazón de Dios, clamando por Su justicia y Su paz sobre la tierra.
“Orad sin cesar” – 1 Tesalonicenses 5:17